En una reacción alérgica participan distintas células (linfocitos, mastocitos, basófilos, eosinófilos…) y múltiples moléculas, algunas de ellas específicas del alérgeno que desencadena la reacción (anticuerpos o inmunoglobulinas) y otras sustancias que son mediadoras de la respuesta alérgica, comunes para los distintos alérgenos (histamina, triptasa, etc.).
Las técnicas de laboratorio disponibles para el diagnóstico de alergia tratan, por una parte, de analizar la respuesta específica, intentando identificar el alérgeno responsable de los síntomas del paciente; y, por otra, de determinar el mecanismo inmunológico de la reacción alérgica.
