Las biopsias consisten en una evaluación de tejidos extraídos a los pacientes para proporcionar diagnósticos, pronósticos y, en algunos casos, previsiones de respuesta a tratamientos específicos. El diagnóstico final de una biopsia se basa en la interpretación de los datos morfopatológicos de las muestras, teniendo en cuenta los resultados de los estudios citológicos, inmunohistoquímicos, citogenéticos, genético-moleculares y ultra estructurales pertinentes, así como la información clínica del paciente.